Sencillo de hacer, vivir el momento presente, desde los sentidos, las emociones, las sensaciones que experimentes en cada instante… lo complicado es desaprender lo aprendido.

Desaprender lo que desde pequeño te dicen que tienes que hacer, como tienes que actuar, pensar, sentir… como es posible que nos enseñen a como actuar en cada situación y no nos dejen que experimentemos por nosotros mismos esa situación.

Lo primero es dejar de lado los asuntos pendientes por hacer y los ya realizados, sí, párate por un momento a dejar de pensar en los problemas, las memorias, los recuerdos del pasado y en los acontecimientos, expectativas, pensamientos del futuro. Y por un momento escucha a tu cuerpo, no a tu mente.

Te preguntarás, y ¿Cómo lo hago?. Pero en realidad la pregunta que deberías hacerte es ¿Para qué hacerlo?

Para encontrar sentido a tu vida, porque en el fondo algo dentro de ti te lleva a salir de ese espacio en el que poco a poco has ido creando sin darte cuenta de ello. Hasta que un día, quizás por algo que ha pasado o simplemente porque quieres encontrar un ¿para qué? te lleva a experimentar otras experiencias.

Pues bien, hay muchas formas para vivir el momento presente, yo te puedo dar algunas para que te sirvan de guía, pero cada uno debe encontrar las suyas propias.

Respira

La respiración es una herramienta muy potente que tenemos, y con ella puedes ayudarte para sentir tu cuerpo plenamente, para escucharlo y observarlo como si fueras un espectador. Respirar es algo presente constantemente, como las olas del mar, es algo que continuamente esta yendo y viniendo.

Observa el aire y la energía que entra por las fosas nasales hasta el interior de tu cuerpo, y observa de igual forma como sale y sueltas lo que no necesitas. Tómate tu tiempo, visualiza las sensaciones que te deja la respiración, ya sean sensaciones de calma cuando respiras profundamente o sensaciones de ansiedad cuando respiras rápido y superficial.

Visualiza la temperatura del aire, la humedad, la caricia en la nariz, el movimiento del cuerpo, todas las sensaciones sutiles que vengan en ese instante.

Puedes prestar atención a una zona en concreto, aquella donde mas puedas sentirlo (nariz, garganta, pecho, estómago, costillas…) o si te dispersas mucho y tu mente se distrae con pensamientos puedes optar con contabilizar la respiración, cuentas 10, 15 o 20 respiraciones. Sin prisa, sin querer acabar cuanto antes, simplemente cuenta y respira.

Escucha música

La música es mi aliada para vivir el momento presente, con ella me concentro en lo que hago en ese instante, me inspira, me emociona y me hace experimentar sensaciones diversas.

Si te gusta la música y la sientes, es una forma de vivir tu presente. La música puede sacar lo mejor de ti, puede ayudarte a despertar esa creatividad que llevas dentro, te ayuda a fluir con lo que estés haciendo e incluso te puedes llegar a identificar con muchas de las letras.

La música sin letra con simplemente sus sonidos impactantes y emocionantes te lleva a sentir el cuerpo plenamente, te puede alterar, calmar, te puede hacer recordar, pero sobre todo, debes escucharla desde el corazón, eso sí, música que te guste y te apasione.

Al igual que la música, la pintura puede ser otra forma, si te gusta pintar, no dudes en hacerlo. Cuando algo te apasiona y te encuentras bien haciéndolo, sin duda, es la clave para vivir el instante presente. ¿Qué te parece si mezclas el sonido envolvente de la música con el arte de la pintura o el baile?

Como si fuera la primera vez

Realiza cada cosa que hagas en tu vida cotidiana como si fuera la primera vez que lo haces, te parecerá una tontería, pero cuando realizas algo por primera vez, estás con nervios, observando todo, siendo consciente de cada instante, porque es la novedad y lo vives plenamente.

Intenta realizar las tareas cotidianas como esa primera vez, por ejemplo pon la lavadora prestando plena atención a la ropa, al roce de ella en tus manos, al agujero de la lavadora, a la textura, el agua…

Sé ese niño o animal libre que no piensa lo que hace, simplemente lo hace, viviendo y experimentando ese momento que decide tomar acción de ello sin analizarlo. Como le vas a decir a un niño que no corra porque se puede caer… o a un perro que no escarbe la tierra…

Predecimos lo que sucederá después, cuando en realidad no tenemos idea de lo que está sucediendo en el instante presente en que se predice el «futuro» inventado por ti.

Presta atención

Prestando atención plena a todo lo que te rodea hará que estés mas concentrad@ en todo y por supuesto mas consciente de tu presente de una forma muy sutil.

Te permites vivir el momento presente porque efectivamente lo estás viviendo en ese instante. La mente es muy poderosa en este aspecto, pero puedes aliarte con ella ¿cómo?, muy fácil, cuando estás realizando cualquier actividad, tarea, trabajo… estás concentrado y aquí está actuando la mente inteligente y sabia, aquella que tiene la capacidad de discriminar lo que interesa en ese momento.

Pues sencillamente hazlo, concéntrate plenamente en aquello que estas realizando, y si en algún momento te dispersas, párate y observa tu alrededor, el ruido, la temperatura del lugar, los colores y olores, las personas, los objetos… ¡¡Todo!! En cuanto estés preparad@ para volver a concentrarte en tu tarea presente lo haces de nuevo.

En definitiva es una constante atención a todo, ya sea a lo que te rodea en tu exterior como a lo que llevas en tu interior, pero el interior lo dejaremos para otra ocasión 😉

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